Los fenómenos naturales potencialmente representan un peligro y, de esta forma, se constituyen en amenazas naturales del hábitat humano ante la probabilidad de daños materiales y humanos.
Los sismos son fruto de la dinámica terrestre, por los tanto inevitables. Los efectos catastróficos de este fenómeno se pueden evitar a través de medidas de reducción de vulnerabilidades, optimizando los recursos y capacidades de todo tipo para hacer frente a las amenazas o peligros.
La provincia de San Juan está expuesta a una alta sismicidad, de esta manera demanda estrategias para la reducción de riesgos de desastres de origen sísmico, sostenibles en el tiempo y, que permita el control de los niveles de riesgo.
El enfoque de la Gestión del Riesgo se refiere a un proceso a través del cual, se pretende lograr una reducción de los niveles de riesgo existentes mediante el estudio de la amenaza y la disminución de la vulnerabilidad.
Es por ello que, se entiende por Gestión del Riesgo al proceso eficiente de planificación, organización, dirección y control dirigido a la reducción de riesgos, el manejo de desastres y la recuperación ante eventos ya ocurridos. (Pringles, 2011)
Desde una concepción social e integral de Desastres de origen sísmico estos se plantean como eventos sociales, donde el riesgo de desastres es producto de una combinación particular de las amenazas sísmicas y la vulnerabilidad de la sociedad.
El Riesgo no estructural está asociado a la susceptibilidad de los elementos o componentes no estructurales de sufrir daño debido a un sismo, lo que se ha llamado daño sísmico no estructural (Cardona, 1999).
Para evaluar las amenazas existentes se clasifican los elementos no estructurales en tres aspectos de Niveles de Vulnerabilidad:
- Elementos Arquitectónicos (cielos rasos, paneles, tabiques, ventanas, puertas, cerramientos, superficies vidriadas)
- Equipamiento y Mobiliario (muebles de oficina, ficheros, estanterías, ventiladores de techo)
- Líneas Vitales (instalaciones de Agua – Gas –Electricidad – Sanitarias)
Por ello, es importante capacitar y crear conciencia en las comunidades, y en la universitaria en particular como futuros profesionales, para identificar y advertir sobre las condiciones de vulnerabilidad a las que están expuestas.
La manera más económica de optimizar recursos y capacidades es cambiar conocimientos, actitudes y comportamientos; aplicando medidas de prevención en la infraestructura, incluyendo estrategias para el manejo y adecuación de las edificaciones de acuerdo a la exposición a los peligros sísmicos, de tal forma que modifiquen los procesos de planificación, diseño, ejecución, reparación, reestructuración, reconstrucción y mantenimiento en función de la seguridad de las edificaciones.
Por otro lado, el Riesgo de Incendio se plantea como un fenómeno asociado al Sismo, con un potencial de daño alto a las personas e instalaciones.
Los rasgos políticos, culturales y económicos que caracterizan a la sociedad del siglo XXI, ha permitido el surgimiento de la llamada sociedad digital (Lévy, 2007). La cual se caracteriza por el uso dominante de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) para el desarrollo de actividades tales como investigación, comunicación, compartir conocimiento e información, producir, organizarse y administrar (Bustos y Coll, 2010).
En un contexto pleno de iniciativas que tratan de buscar nuevos horizontes para la ciencia, educación, la comunicación, y en el fondo, para estructurar el pensamiento del individuo en la sociedad digital, surge la necesidad de proponer una metodología novedosa, con un nuevo marco de expresión, y de fácil de acceso a la información; a través de la conjunción del análisis sísmico edilicio y el uso de tecnología inmersiva.
El conocimiento de estos nuevos lenguajes digitales, el manejo natural de las nuevas tecnologías con mínimas instrucciones, procesan la información de manera más ágil, lo que conlleva al usuario a buscar una forma más eficaz de recibir el contenido (Toffler, 1980)
Definiendo a la tecnología inmersiva como la aplicación de la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) en prácticas industriales, educativas, de diseño, marketing y otras; donde la persona que entre en contacto con esta tecnología se sienta inmersa en este tipo de realidades para lograr objetivos determinados. (García, 2018).
Entonces, de todo lo planteado y, por ser la Gestión del Riesgo una inversión rentable en la prevención de pérdidas y emergencias futuras, se propone utilizar la tecnología inmersiva de Realidad Aumentada para el análisis y visualización del Riesgo Sísmico Edilicio.